En una reciente entrevista con Glenn Beck, el reconocido autor cristiano y pastor Max Lucado compartió sus perspectivas sobre el clima geopolítico actual, los días finales y sus implicaciones en la profecía bíblica. Lucado destaca un punto significativo que diferencia nuestra era de períodos históricos anteriores, incluida la Segunda Guerra Mundial: la existencia del estado de Israel.
“La gran diferencia entre lo que ocurre ahora y la Segunda Guerra Mundial es que existe el estado de Israel”, afirma Lucado. Explica que el restablecimiento de Israel es un signo profético crucial, marcando un período único en la historia. Según Lucado, esto sugiere que podríamos estar en los últimos días antes del regreso de Cristo. “Israel tiene que ser una nación para que muchas de las profecías se cumplan, en particular la reconstrucción del Templo”, explica.
Lucado enfatiza la importancia de interpretar los eventos actuales desde una perspectiva espiritual, no solo política. Reflexiona sobre la advertencia de Jesús a los líderes religiosos por no reconocer los signos de los tiempos. Citando a Jesús, Lucado dice: “Ves el cielo rojo en la mañana, sabes que es el amanecer, pero aquí te he dado señal tras señal y no has observado”. Lucado cree que comprender estos signos puede evitar el pánico y, en cambio, preparar a los creyentes para los cambios venideros. “Él nos dio esto para que no nos asustáramos… Nos dijo estas cosas para que no entráramos en pánico”, añade.
Profundizando en la Fe en tiempos de incertidumbre
Un aspecto clave del mensaje de Lucado es el llamado a profundizar en la relación con Dios a través de la oración y las Escrituras. Reconoce el desafío que muchos enfrentan para mantener la disciplina espiritual en medio de las distracciones y dudas de la vida, a menudo atribuyendo estos desafíos a la influencia de Satanás. “Satanás nunca ha dicho una palabra de verdad… Lo último que quiere es que nos volvamos a Dios con fe”, advierte Lucado. Anima a los creyentes a perseverar en su fe, reconociendo que tal perseverancia trae paz con Dios, lo cual a su vez fomenta la paz con los demás.
Lucado también destaca la agitación global actual y la necesidad de fe y unidad. Sostiene que es necesarios que volvamos a las promesas de Dios, argumentando que la dependencia de estas promesas es esencial para afrontar los problemas del mundo. “O nos aferramos a los problemas de la vida o a las promesas de Dios. De eso se trata”, declara.
Estas perspectivas sirven como recordatorio de la importancia de la vigilancia espiritual y la dependencia de la fe. Al entender e interpretar los signos de los tiempos, profundizar en nuestra relación con Dios y centrarnos en Sus promesas, los creyentes pueden encontrar paz y fortaleza en medio de las incertidumbres globales. Este enfoque anima a los creyentes a perseverar en su fe, fomentando tanto la paz personal como la unidad dentro de la comunidad en general. Abrazar las promesas de Dios ofrece una manera de navegar las complejidades y desafíos de nuestro mundo, reforzando la necesidad de fe y preparación espiritual en estos tiempos turbulentos.
