El devocional de hoy
Campeones de segundas esperanzas
Lectura: Hebreos 11:17-32; Juan 21:1-22Por la fe Abraham . . . ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito. (Hebreos 11:17)
Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. (Juan 21:17)
El circuito de golf profesional para personas de la tercera edad, al que se le llama el "circuito de la segunda oportunidad", ha dado a muchos profesores de golf profesional una nueva carrera después de los 50 años. Es más, escuché en las noticias el otro día de un verdadero campeón de 103 años que hizo una jugada que hubiera dado guerra a Tiger Woods.
El cronista deportivo Jack Cavanaugh dice: "En ningún otro deporte tiene un atleta que nunca alcanzó el nivel de calidad mundial una segunda oportunidad en la mitad de su vida para probarse a sí mismo y amasar riquezas con las que sólo podía soñar cuando tenía 20, 30 y 40 y pico de años."
¿Buscas una segunda oportunidad? La gente tiende a creer que si uno perdió una vez la oportunidad de recibir "lo mejor de parte de Dios", ya no se le puede prestar un servicio de primera. Pero en Hebreos 11, el "salón de la fama de la fe", leemos de personas que fallaron y volvieron a ser fuertes en el Señor.
Abraham, quien a menudo era voluntarioso e impaciente mientras esperaba el hijo que Dios le había prometido, demostró una fe sorprendente cuando ofreció a Isaac (vv.17-19). Jacob, el intrigante que robó la primogenitura y la bendición a su hermano, llegó a ser un hombre de fe que bendijo a sus hijos y adoró a Dios (v.21). Moisés, a causa de su error, pasó 40 años en Madián antes de sacar al pueblo de Dios de Egipto (vv.24-28).
Nuestros errores pasados no necesariamente nos excluyen del servicio a Dios. Lo mejor que Él quiere para nosotros es que nos alejemos del pecado, aprendamos de nuestros fracasos, y empecemos de nuevo a seguir a Cristo. Esa es la manera de ser un campeón de segunda oportunidad.
LOS CAMPEONES DE LA FE SON PERSONAS QUE HAN APRENDIDO DE SUS FRACASOS.
(Lamentaciones 3:21-24) Esto traigo a mi corazón, por esto tengo esperanza: que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad! El Señor es mi porción- dice mi alma- por eso en El espero.
Hno. Prince Parker