En Irak restaurarán la tumba del profeta Ezequiel
El gobierno Iraquí ha anunciado que tiene planes para restaurar la tumba del profeta Ezequiel, en un pequeño pueblo al sur de Bagdad.
En la actualidad en ese lugar es lugar de culto islámico, pero el gobierno ha anunciado que se debe destacar la naturaleza judía del lugar. El interior tiene la forma de una sinagoga, con una cúpula de estilo turco, y existen gabinetes de madera viejos que se utilizaban para almacenar los rollos de la Torah. En las paredes del recinto se encuentran frases hebreas que honran al profeta pero a su vez existen adornos florales musulmanes de la época del medioevo que visten las antiguas paredes de piedra.
Un portavoz del Ministerio de Turismo de Irak ha manifestado que "El ministerio está interesado en el patrimonio iraquí, ya sea cristiano o judío o de cualquier otra religión".
Ezequiel, cuyo nombre hebreo original es Yejezkel, vivió en el siglo VI AC, después de haber acompañado a los exiliados de Judea a Babilonia. Entre sus profecías destaca la visión de los huesos secos, así como el retorno de los judíos a la Tierra de Israel, a pesar que este pueblo no lo merezca (36,22-25).
La diáspora de Irak fue uno de los remanentes más antiguos e importantes del pueblo judío. Los judíos llegaron a Babilonia, cuando el Primer Templo fue destruido hace más de 2.500 años atrás. Sus enseñanzas se convirtieron se compilaron en el Talmud Babilónico que contiene la Torah, que es la columna vertebral de la ley judía y del Antiguo Testamento del cristianismo.
En la actualidad cristianos, judíos y musulmanes visitan la tumba de Ezequiel en Irak así como las de los profetas Daniel, Esdras, Nahum y Jonás.