Juman Al Qawasmi: De Hamás a la fe en Jesucristo
Una transformación que desafía la violencia y el miedo

Juman Al Qawasmi, hija de uno de los fundadores de Hamás, compartió recientemente su impactante testimonio de fe tras dejar el islam y encontrar a Jesús, experimentando una transformación radical que desafía las raíces religiosas y políticas con las que fue criada.
Criada en Qatar en un entorno profundamente ligado a Hamás, Juman recuerda haber sido educada para odiar a Israel, a los judíos, a los cristianos y a quienes no pertenecían a su grupo. Desde su infancia, la violencia y la intolerancia marcaron su vida: las enseñanzas en las escuelas islámicas promovían la hostilidad, y años después, ya casada con un miembro de Hamás en Gaza, presenció el terror contra su propio pueblo.
La convivencia diaria con el miedo y la traición la llevó a cuestionar su fe: “Sentía que algo andaba mal con esta religión. El dios del Corán no podía ser el verdadero Dios, porque es un dios psicópata. Siempre estaba con miedo de no ser suficiente, de ir al infierno”. En su búsqueda de la verdad, comenzó a orar: “Dios, si existes, quiero conocerte, quiero que me salves”.
Juman Al Qawasmi: testimonio de fe y libertad
En 2014, sus oraciones fueron respondidas a través de un sueño en el que Jesús se le apareció: “Vi el rostro de Jesús saliendo de la luna y me habló en árabe: ‘Soy Yeshua. Eres mi hija, no tengas miedo’”. Este encuentro transformador la impulsó a profundizar en el Evangelio y, guiada por cristianos egipcios online, aceptó a Jesús como su Salvador, apartándose definitivamente de Hamás y de su esposo.
Juman Al Qawasmi hoy vive su fe en libertad, convencida de que Jesús ofrece vida, alegría y liberación a quienes lo buscan sinceramente. Su historia resalta el poder transformador de un encuentro personal con Cristo, mostrando que incluso en medio de la violencia y la persecución, el amor de Jesús puede superar cualquier barrera cultural o religiosa.
Además, Juman alerta sobre la verdadera naturaleza de Hamás: no protege a Gaza ni a los palestinos, sino que utiliza a la población para mantener su poder, incluso con prácticas como usar niños como escudos humanos y desviar ayuda internacional para fines militares. Su testimonio se convierte en un llamado a la oración y a la esperanza para árabes, judíos y cristianos, recordando que la paz verdadera se encuentra únicamente en Jesús.
Con su vida, Juman Al Qawasmi desafía las creencias heredadas y la violencia que la rodeó, demostrando que la fe en Cristo puede traer un cambio profundo y duradero. Hoy, comparte su mensaje con convicción: “Debemos fijar nuestra mirada en Jesús y creer que Él es el único camino”.