El pastor Saeed Abedini, quien cumple una condena de ocho años por su fe cristiana en Irán, ha escrito un emotivo mensaje de Pascua desde su habitación en el hospital.
A continuación traducimos su carta :
Crucificando el «yo» resucitado con Cristo y resucitando de nuestra fe muerta con Cristo
Feliz Día de la Resurrección
En la víspera del Viernes Santo y la Pascua estaba orando en mi cuarto en el hospital por mis hermanos cristianos en el mundo. Lo que el Espíritu Santo me reveló en la oración es que hay muchas religiones muertas en medio de los cristianos hoy día. Que los cristianos de todo el mundo no son capaces de alcanzar todo el potencial espiritual que nos ha sido dado como regalo por Dios para que al llegar a ese potencial el velo se pueda quitar y la gloria de Dios se revele.
Algunas veces queremos experimentar la gloria y la resurrección con Jesús sin experimentar la muerte con Él. No nos damos cuenta de que a menos que pasemos por el camino de la muerte con Cristo, no seremos capaces de experimentar la resurrección con Cristo.
Queremos tener un matrimonio, una carrera , educación y una vida familiar buena y adecuada (y este también es el deseo y el plan de Dios para nuestras vidas) . Pero nos olvidamos de para experimentar la resurrección y de la gloria de Cristo, primero tenemos que experimentar la muerte con Cristo y morir a nosotros mismos y a los deseos egoístas.
Jesús dijo a sus discípulos : » El que quiera ser mi discípulo niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame . (Mateo 16:24)
Esto significa que no debemos hacer cosas que nos gustan (que Dios no quiere que hagamos) y que hagamos las cosas que no nos gustan (pero que Dios quiere) para que Él sea glorificado.
Así que además de pasar nuestros días y noches haciendo obras de la fe, como las que describí arriba, también debemos transformar nuestra fe muerta en una fe viva y activa mediante la resurrección de Cristo, que es el amor activo y constructivo y que es eficaz.
En conclusión, vamos a resucitar de nuestras religiones muertas a una fe viva primero muriendo de nuestro egoísmo «resucitado» y experimentemos la cruz de Jesús. Entonces así seremos capaces de vivencias la resurrección gloriosa de Cristo.
Una vida gloriosa con Cristo comienza sólo después de una muerte dolorosa (a sí mismo) con Cristo.
Empecemos junto con Cristo.
Pastor Saeed Abedini
Preso en la oscuridad en Irán, pero libre para el Reino y la Luz