Robert Morris, fundador de la iglesia Gateway en Texas, compareció ante la Corte del Condado de Osage, Oklahoma, junto a su esposa y su abogado, para enfrentar cinco cargos formales de actos lascivos o indecentes contra una menor. Las acusaciones fueron realizadas por Cindy Clemishire, quien asegura que el abuso comenzó cuando tenía 12 años, en la década de 1980, mientras Morris era un evangelista itinerante. La comparecencia judicial duró un minuto, y ni él ni su abogado ofrecieron declaraciones a la prensa. La audiencia preliminar quedó programada para el 4 de septiembre.
Clemishire, hoy de 54 años, estuvo presente junto a su familia y amigos. También asistió el fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, quien calificó los presuntos delitos como “aún más despreciables” por haber sido cometidos por un pastor. Drummond intentó previamente, sin éxito, llegar a un acuerdo con Morris en 2005 y 2007. Tras más de 40 años desde los hechos denunciados, la víctima expresó gratitud hacia las autoridades por avanzar en el caso.
Paralelamente, documentos judiciales revelan que Robert Morris solicitó millones de dólares en concepto de jubilación a Gateway Church tras su renuncia en 2024, petición que la iglesia rechazó. Según su defensa, existía un acuerdo verbal de pagos anuales que la congregación ahora desconoce. Gateway respondió que Morris no respetó el proceso de resolución de disputas pactado contractualmente. La iglesia afirmó que las demandas financieras de Robert Morris son falsas y no reflejan responsabilidad por el daño causado.
