La luna se reduce ¿Señal de los tiempos?
Desde hace más de medio siglo, la Luna ha sido objeto de fascinación y estudio por parte de la humanidad. Sin embargo, recientes descubrimientos han revelado una realidad intrigante y desafiante: la Luna se está reduciendo, desencadenando terremotos y planteando obstáculos para las futuras misiones espaciales.
En los años sesenta, los astronautas instalaron sismómetros en la Luna, desafiando la creencia previa de que nuestro satélite natural era geológicamente inactivo. Sorprendentemente, estos instrumentos registraron terremotos lunares, eventos sísmicos distintos de los terremotos terrestres y con la capacidad de prolongarse durante horas.
El epicentro del terremoto lunar más intenso se ubicó cerca del polo sur, en proximidad a los futuros sitios de aterrizaje planificados por la NASA. Según el geólogo lunar Tom Watters y su equipo, estos eventos sísmicos están estrechamente vinculados a las fallas sísmicas activas generadas durante el proceso de reducción lunar. Además, advierten sobre la posibilidad de deslizamientos de tierra en las áreas afectadas, planteando preocupaciones para las misiones espaciales futuras.
Watters explica que la Luna, al poseer una única placa en comparación con las múltiples placas tectónicas de la Tierra, experimenta tensiones únicas. Aunque algunos científicos temen por el impacto en las futuras misiones lunares, hay investigadores que argumentan que se necesita más información para identificar áreas de aterrizaje potencialmente peligrosas.
Debate sobre la reducción de la Luna
El debate sobre estos descubrimientos se intensifica con interpretaciones diversas. Mientras que algunos expertos como Watters destacan la singularidad geológica de la Luna y subrayan que las preocupaciones son válidas solo para aquellos que planean trasladarse allí, otros adoptan perspectivas más apocalípticas.
Un ejemplo es el pastor estadounidense Paul Begley, quien interpreta este fenómeno como una señal del fin de los tiempos, haciendo referencia a pasajes bíblicos que hablan sobre eventos astronómicos. Su perspectiva invita a la reflexión sobre las señales proféticas y el eventual juicio final, agregando una dimensión espiritual a los descubrimientos científicos sobre la Luna.