El jockey venezolano Junior Alvarado hizo historia el pasado 3 de mayo al ganar la edición 151 del Kentucky Derby, una de las competencias más importantes del hipismo mundial. Sin embargo, más allá del triunfo deportivo, lo que más destacó fue su público agradecimiento a Jesucristo, reconociéndolo como el autor de su victoria.
Una victoria marcada por la fe
Al cruzar la meta montando al ejemplar Sovereignty, Alvarado no dudó en levantar sus manos y decir con emoción:
“Quiero agradecer a mi Señor Jesús por darme esta victoria en el Derby de Kentucky. Gracias papá, mamá, los quiero… ¡y para ti Venezuela!”
Este mensaje resonó en miles de personas que vieron la transmisión, no solo por su carácter emocional, sino por exaltar la fe en Cristo en uno de los escenarios más prestigiosos del deporte mundial: Churchill Downs, Kentucky, EE. UU.
Desde sus inicios en el hipismo en Venezuela hasta su éxito en Estados Unidos, Alvarado ha mantenido su fe cristiana como el pilar de su vida y carrera. En múltiples entrevistas ha expresado que cada logro es posible gracias a Dios, y no pierde oportunidad para dar testimonio de ello públicamente.
Junior Alvarado: Un jinete con propósito divino
Alvarado, oriundo de Barquisimeto, Venezuela, ha declarado en varias entrevistas que su carrera ha sido sostenida por la mano de Dios. Comenzó en el Hipódromo Nacional de Valencia, pero fue en Estados Unidos donde su talento despegó, acumulando más de 2.200 victorias.
En 2024, ganó la prestigiosa Saudi Cup, pero su más reciente victoria en el Derby le permitió, en sus propias palabras, “darle la gloria al único que la merece: Jesús”.
