Juez británico determina ilegal arresto de un predicador por hablar contra la homosexualidad
Anthony Rollins, se encontraba predicando en el centro de la ciudad de Birmingham en June del 2008 cuando un miembro del público consideró que fue ofendido al decir que la conducta homosexual era moralmente inadecuada.
De acuerdo con el Instituto Cristiano, que respaldó el caso de Rollins, la policía llegó al lugar tras recibir una llamada del Edwards y procedieron a esposarlo sin investigar los hechos.
El Tribunal de Justicia de Birmingham considero que se había hecho un asalto y una agresión ya que consideran que el haberlo esposado no era necesario. Las palabras del Juez Lance Ashworth fueron contundentes al considerar el hecho como una «falta de seriedad» y un antentado a la libertad de expresión y la libertad religiosa.
Tras su detención, Rollins fue llevado a la comisaria donde estuvo detenido por tres horas fue acusado de violar la Sección 5 de la Ley de orden público, pero los cargos fueron retirados antes de que el caso llegase a juicio.
Tras los hechos Rollins decidió demandar a la Policía y en el juicio manifestó que se sintió «sorprendido y muy humillado» cuando la policía lo detuvo con las manos esposadas.