Niños oran por amiga: un acto de fe infantil conmueve
La oración espontánea de unos niños por su compañera emociona a padres y redes sociales.

Un emotivo momento protagonizado por un grupo de niños se ha vuelto viral en redes sociales: durante la celebración del cumpleaños de una niña llamada Lulu, varios de sus compañeros decidieron orar espontáneamente por ella. El video del suceso ha tocado el corazón de miles de personas, resaltando la fuerza y belleza de la fe infantil.
La escena fue grabada por Rosivaldo Silva Sena, padre de Lulu, quien no esperaba presenciar una oración tan sincera y conmovedora. En las imágenes se puede ver a los niños tomados de la mano, con los ojos cerrados y orando con devoción por su amiga. “Jesús estaba presente”, comentó el padre al compartir el video, dejando ver la emoción del momento.
El gesto, lejos de ser planeado, surgió de forma natural, lo que lo hace aún más impactante. La grabación ha alcanzado muchas visualizaciones y ha sido compartida por creyentes que ven en esta escena una muestra clara del amor de Dios expresado a través de los más pequeños.
La fe infantil, una expresión genuina del corazón
Lo que ha conmovido a tantas personas no es solo la oración, sino la forma en que los niños la llevaron a cabo: sin vergüenza, sin protocolo, simplemente con amor y fe. Para muchos adultos, esto ha sido un recordatorio del llamado de Jesús a tener una fe como la de los niños.
La fe infantil se caracteriza por su autenticidad, su confianza plena y su capacidad de conmover sin necesidad de palabras elaboradas. Es un tipo de fe que no se preocupa por impresionar, sino que nace de un corazón que cree y actúa con sencillez.
Un llamado a fomentar la espiritualidad desde la niñez
Este episodio no solo emocionó a los padres de Lulu, sino que también generó una ola de reflexiones entre padres, maestros y líderes cristianos sobre la importancia de enseñar a los niños a orar y a conectarse con Dios desde temprana edad. En una cultura donde a veces lo espiritual queda relegado a lo superficial, el ejemplo de estos niños resalta la necesidad de volver a lo esencial.
Fomentar la fe infantil no solo fortalece el vínculo de los niños con Dios, sino que también moldea su carácter y les enseña a vivir con empatía, esperanza y amor. Pequeños momentos como este pueden dejar huellas eternas.