Francia anuncia que expulsará a radicales islamistas
El ministro del Interior francés, Manuel Valls, anunció ayer que en los próximos días expulsarán a varios imanes y predicadores radicales por vulnerar los «valores» del país y alentar el yihadismo. El responsable galo, que desgranó sus planes durante una conferencia sobre el extremismo celebrada en Bruselas, insistió en que los religiosos fundamentalistas gozan de un acceso directo a las asociaciones, el mundo escolar y las familias. Aunque Francia devuelve desde hace años a sus lugares de origen a los clérigos alejados del Islam moderado, Valls alertó de que la amenaza de los grupos próximos a Al-Qaida ha ganado «magnitud» en las últimas semanas tras la guerra de Malí y el secuestro en Argelia.
El titular de Interior se convirtió en el protagonista del encuentro en la capital comunitaria, que en un principio buscaba ampliar más el foco para incluir la violencia ultranacionalista y de extrema derecha. La intervención de Valls, sin embargo, acaparó buena parte de la atención por sus planes para expulsar a varios imanes extranjeros. El responsable galo evitó entrar en más detalles, pero se cree que al menos tres religiosos podrían salir del país, entre ellos uno muy conocido por sus proclamas homófobas. A finales de octubre pasado, ya firmó su primera orden para que Mohamed Hammami, un imán de 77 años, regresara a Túnez. El clérigo estaba acusado de incitar a la yihad, lanzar soflamas antisemitas y pedir que se azotara a los mujeres adúlteras.
Valls remarcó que diferencia a los islamistas radicales de la mayoría de musulmanes moderados que viven en Francia. En cualquier caso, lamentó la existencia de un «ambiente» generado por grupos de corte salafista que pretenden dominar determinadas parcelas sociales. El titular de Interior no trazó paralelismos, pero se extendió en el caso de Mohamed Merah, el pistolero que acabó con la vida de siete personas hace casi dos años. Consciente de que al asesino de Toulouse se le podría aplicar el patrón del ‘lobo solitario’, recordó que jamás fue un elemento «aislado». «Se desplazó a Afganistán y Pakistán, donde tuvo sus contactos y recibió una formación rudimentaria para utilizar armas», indicó.
Aunque precisó que «no existe una amenaza directa» de ataque en suelo francés, el responsable socialista advirtió a los socios de la UE de que deben «estar atentos» a la situación en el Sahel. A su juicio, la sombra islamista procedente de África occidental no es una novedad, pero ha pasado al primer plano tras la «legítima» intervención de Francia en Malí. Por ello, reclamó a la Unión que apueste por una «cooperación más estrecha» en la lucha contra el radicalismo. «Las actividades de inteligencia deben reforzarse», remachó durante una conferencia en la que participó el director español de Relaciones Internacionales. La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, pidió no centrarse exclusivamente en Al-Qaida y recordó las amenazas populistas y xenófobas.
Fuente: El correo