Ex-intregrante de «The Pussycat Dolls» arrepentida de sus abortos
La ex-integrante de la afamada banda de pop The Pussycat Dolls, Kaya Jones, abrió su corazón durante la reciente Caminata por la Vida en la Costa Oeste de los Estados Unidos. Allí compartió sus dolorosas experiencias con el aborto y la redención plena en Cristo.
Abortos y Remordimientos de la exintegrante de las Pussycat Dolls
Kaya Jones, a sus 39 años, confesó a la multitud en San Francisco que su primer encuentro con el aborto ocurrió a la temprana edad de 16 años. Describió la sensación de pérdida, comparándola con la extracción de una parte vital de su ser. La fecha de muerte de su primer hijo quedó marcada en su memoria, sin un lugar tangible para expresar su dolor.
A los 19 años, ya como integrante de la banda pop, Kaya Jones se enfrentó a otro embarazo no planeado. La presión para «deshacerse del bebé» fue abrumadora. En medio del dolor y la recuperación del aborto, una experiencia reveladora durante un concierto la hizo cuestionar sus elecciones. Al observar a dos niñas pequeñas admirándola, sintió la responsabilidad de su imagen pública y la influencia negativa que estaba proyectando.
«Tengo un Grammy, pero eso no me devolverá a mis hijos»
A pesar del éxito mundial con la agrupación, Kaya Jones confiesa que la fama y los logros no trajeron consuelo por sus pérdidas. «Las Pussycat Dolls finalmente vendieron 50 millones de sencillos en todo el mundo, más de 30 millones de álbumes en todo el mundo y tengo un Grammy, pero nada de eso traerá a mis hijos de regreso», lamenta.
Kaya testifica del poder transformador que recibió de Jesus, y que le da las fuerzas para compartir su testimonio a lo largo de los años. Para ella, el aborto es más que un trauma emocional; es un conflicto de carácter espiritual. Afirma que el espíritu del anticristo está involucrado, y solo a través de Dios puede encontrarse el perdón sanador y liberador.
La exestrella descata la gravedad de abortar a seres hechos a la imagen de Dios. Para ella cada aborto representa «matar un pedazo de Dios» y ser las «manos y los pies de Satanás». Su historia se ha transformado en una voz que defiende la vida como un regalo preciado otorgado a través de Cristo Jesús.