En Jerusalén judíos ultraortodoxos protestan por el Cenáculo
Una grupo de cientos de judíos ultraortodoxos protestaron el pasado lunes en las inmediaciones del Cenáculo en Jerusalén para exigir que este sitio siga bajo la soberanía de Israel.
El grupo ha llamado a una «guerra santa» por el presunto acuerdo que está pactando el gobierno israelí con el Vaticano sobre el futuro del Cenáculo. Todo ocurre porque en la parte superior de la edificación los católicos señalan como el lugar donde se celebró la Ultima Cena y en la parte inferior del mismo edificio se encuentra la tumba del rey David y por lo tanto el lugar es sagrado para los judíos.
Dado que ambos santuarios se encuentran en un mismo edificio los cristianos suelen establecer una relación directa entre el linaje de David y el de Jesús, según la descripción que hace el Evangelio de Mateo, y eso molesta aún más a los judíos ultraortodoxos.
Los grupos nacionalistas judíos se oponen a las negociaciones que Israel y el Vaticano mantienen desde hace dos décadas sobre el futuro de ese lugar de culto y la tensión aumenta ahora cuando el papa Francisco visitará Isarel el próximo 26 de mayo.
Voceros del Israel ha desmentido los avances en el acuerdo, pero aún así la tensión es evidente.
“En cuanto se altere el ‘statu quo’ de este lugar, ocurrirán cosas nefastas”, advirtió uno de los manifestantes, el rabino Avraham Goldstein, quien acusa al gobierno de Israel de querer ceder el Cenáculo al Vaticano.
El delicado tema del Cenáculo, renovado a principios del siglo 14 por los franciscanos que fueron luego expulsados, forma parte de las actuales negociaciones entre Israel y la Santa Sede, que quiere recuperarlo.
Durante su vista al Vaticano el pasado 30 de abril, el presidente de Israel, Shimon Peres, declaró a un diario italiano que se llegó a un compromiso sobre el Cenáculo, cuyo uso es reivindicado por los católicos. Pero desde entonces no se ha oficializado ningún acuerdo.