Del escritorio de Julio Ruíz

El poder detrás de la crisis

El poder detrás de la crisis

En estos momentos de crisis mundial en el que muchos están presos por la incertidumbre y el temor, la experiencia milagrosa que tuvo Pedro al ser librado de la carcel puede ayudar a traernos libertad y esperanza

Hechos 12:1-14

En el mensaje de hoy no hablaré del Coronavirus, creo que ya estamos bien informados y hemos venido tomando las previsiones con esta pandemia mundial. Por lo tanto, me dedicaré a hablar más de Jesús y su poder para enfrentar esta crisis sin precedente en la historia más reciente. Ya hemos afirmado que las pruebas tienen la intención de golpearnos, y en algunos casos, hasta llevarnos a la desesperación.

La historia bíblica de hoy tiene tres protagonistas importantes. Por un lado, está Herodes, un hombre cruel, salvaje y sanguinario; un auténtico instrumento de Satanás. Y así como el primer Herodes quiso matar a Cristo, éste quiso matar a la iglesia en su comienzo.

El otro personaje es Pedro, el mejor trofeo para que aquel sanguinario obtuviera más popularidad entre los judíos, por cuanto ya había dado muerte a Jacob. Su actitud calmada y segura frente a una inminente muerte nos muestra el coraje de un auténtico creyente que enfrenta con confianza una de sus más duras pruebas. Pero sin duda que el personaje de mayor protagonismo de esta historia es el ángel que vino a sacar a Pedro de aquella segura muerte y a ponerlo en libertad para que siguiera anunciando el mensaje del reino. Todavía no era su hora.

Esta historia tan bien narrada por Lucas nos habla de una crisis, pero, sobre todo, nos habla del poder que hay detrás de la crisis. Nos sorprenderá ver como Dios se mueve en medio de nuestras circunstancias. Nos revelará esta historia los cuatro poderes que se hacen presentes en medio de una prueba y cómo el poder del cielo hace posible el milagro de liberación de una terrible prueba. Consideremos esto en este mensaje.

 

El poder de la voluntad permisiva de Dios

La mano de Dios detrás de la crisis

Jesucristo dijo que su Padre hasta ahora trabaja. Tenemos que saber entonces que su mano se mueve de una forma misteriosa y especial. Dios está detrás de lo que vemos, haciendo cosas que la gente no puede hacerlo. Es posible que en lo que está pasando ahora mismo usted no vea a Dios trabajando, pero verá sus resultados. Bien pudiera usted encontrarse en un caos donde no encuentra ningún sentido. Todo lo que pensó que andaba bien, ahora ve que la casa se desarma y de pronto descubre que quien está sacando los clavos es Satanás. Al ver esta historia de Pedro vendrán las mismas preguntas que nos hacemos en cada prueba.

¿Por qué Dios permitió que Herodes reinara? ¿Por qué Jacobo murió y Pedro fue liberado? ¿Es que acaso Dios tiene hijos favoritos? ¿Por qué pasan las cosas malas a la gente buena? Pero mis amados nosotros no vivimos de explicaciones. La vida no es un misterio que debe ser resuelto, sino un misterio que debe ser vivido. Y lo que necesitamos saber es que la mano escondida de Dios trababa y debemos respetar eso. Dios permite una prueba para mostrar cuan grande es su poder.

Todo obra para bien

¿Ha sentido que a veces Dios arruina todo y queda sin salida en medio de la crisis? Sin embargo, lo que usted necesita saber es que Dios no ha dejado de trabar. Él no se toma vacaciones. Lo que si tenemos que saber es que su soberanía es una realidad en cada crisis, como la que enfrentó el apóstol Pedro. Romanos. 8:28 sigue siendo una continua verdad en la vida de un creyente.

Dios permitió que Pedro fuera encerrado y también que Jacobo muriera antes de cumplir con la Gran Comisión. ¿Por qué? ¿Porque él es caprichoso? ¡No! Necesitamos madurar para entender que aun cuando veamos que todo anda bien en la vida, pudieran llegar momentos cuando de repente en la vida las cosas se ponen mal. No podemos ver la vida como de un caminar bien y después mal.

Hay trenes que viajan con rieles buenos y rieles malos, sin embargo, los dos corren paralelamente. De repente vemos bendiciones a la vista, pero también vemos crisis a la vista, y no parecen solucionarse tan fácilmente. Lo bueno y lo malo trabajan juntos, así que no podemos esperar salir primero de alguna situación para poder disfrutar la otra. Pero lo que si debemos saber es que Dios está detrás de cada crisis. Su providencia es real en todo.

 

El poder de la oración que abre la puerta

La oración no se hace esperar

Hechos 12:5. No tiene que dejar un mensaje. Que tal si un día llama al cielo y comienza a escuchar algo así: “Gracias por llamar al cielo, sus oraciones son importantes para nosotros. Para hablar en español marque el 0. Marque el #1 para peticiones marque el #1. Para acción de gracias marque el #2. Si quiere formular una queja marque el #3. Para confesión de pecados marque el #4. Si desea hablar con alguien que está en el cielo marque el #5. Si recibe una respuesta negativa por favor marque el 666. Para reservaciones, marque las letras JUAN y el #316. Estamos a sus órdenes desde las 9 AM hasta las 5PM. Si tiene una situación de emergencia, hable con su pastor y gracias por llamar al cielo”.

¡Qué bendición que nuestras oraciones son respondidas directamente! Un total de 16 guardias cuidaban a Pedro. Pedro estaba en crisis, pero “la iglesia hacía oración sin cesar por él” Hechos 12:5. La mejor forma para enfrentar una crisis es desatar el poner de oración de la iglesia. Antes de ir a otro sitio con su crisis, dígale a su iglesia que ore por usted.

La puerta que va hacia arriba

La condición de Pedro se tornaba sin esperanza. Todas las puertas estaban cerradas. Pero había una puerta abierta que iba hacia arriba. Esa puerta no pudieron cerrarla. En el versículo 5 podemos ver la frecuencia de la oración, aunque se preguntaban por qué Dios no oía las oraciones. Una de las grandes lecciones de la oración es la persistencia. Hay que recordar que las demoras de Dios no son negaciones. La oración debe tener fervor.

En aquel tiempo, la iglesia se unió para orar. Ella no tenía ninguna influencia política para sobornar a Herodes. De modo que lo que hace es orar, y aun cuando el mundo pudo calificarlos de locos por no hacer otra cosa para salvar a Pedro, el diablo no se ríe, sino que está consciente de este poder en medio de la crisis. Cuando estamos orando lo hacemos a Dios, y esa es la fe de la oración. No hay nada que pueda unir más a la iglesia que la oración. Las veces que Dios visita cuando la iglesia ora son gloriosas y maravillosas. La iglesia tenía fe en la oración, pues la hacía a Dios. No estaban orando el uno para el otro. Cuando todo está cerrado, la oración es una puerta abierta.

 

El poder de la fe que espera por el milagro

Durmiendo antes de morir

Hechos 12:6. Una de las cosas que más nos sorprenden de esta historia es ver a Pedro durmiendo entre dos soldados la misma noche que Herodes le iba a matar. Al día siguiente le van a cortar la cabeza y él está durmiendo. Tan profundo dormía que el ángel tuvo que tocarle por un costado para que se levantara. Paz en medio de la tormenta es poder dormir con toda tranquilidad.

¿Cómo puede alguien dormir en medio de las pruebas? Pedro no tuvo miedo de morir porque el Cristo resucitado se le apareció. Fue cierto que cuando negó a Cristo tuvo temor de morir como lo hizo su Maestro, pero ahora, por cuanto sabe que su Maestro vive, no tiene temor de morir. Cuando una prueba te roba la paz es porque te has olvidado de la obra de Dios que el hecho en el pasado. Son las pruebas, como la que estamos viendo, la que le dan fortaleza a nuestro carácter.

La única manera que podemos dormir en medio de una prueba es cuando sabemos que nuestro Dios está detrás de ella. La confianza en Dios nos hace enfrentar la prueba serenamente.

Sin temor a morir

Se ha dicho que un hombre no está listo para vivir hasta que no haya perdido el temor de morir. Lo que llenaba de absoluta confianza a Pedro, además de la confianza en su salvador resucitado, era las veces que él vio a su amado Maestro hacer cosas que ningún otro hombre había hecho. Pedro dormía porque él sabía que el Cristo que reprendió aquella tempestad cuando cruzaban el mar, podía reprender aquel poder que pretendía destruirle y sacarle en victoria de la cárcel.

Pedro conocía muy bien el texto que dice: “He aquí no se adormecerá el que guarda a Israel”. También conocía muy bien el texto que dice: “Tu guardarás en completa paz a aquel cuyos pensamientos en ti perseveran, porque en ti ha confiado”. Las personas que apresaron a Pedro pensaban que custodiaban a Pedro en una prisión, pero lo que ellos no sabían era que la paz de Dios custodiaba el corazón de Pedro. La paz de Dios es el soldado que custodia al corazón en su angustia y zozobra cuando una crisis se hace presente. Es la fe la que nos da la certeza que Dios obrará en su tiempo en medio de la prueba.

 

IV. EL PODER LIBERTADOR QUE ROMPE LAS CADENAS

Dios se toma su tiempo

Hechos 12:10. A lo mejor usted se está haciendo la pregunta ¿dónde está Dios en esta crisis? Pues está en control de todo. Un ángel sacó a Pedro fuera de la cárcel y le dijo: “Bien, Pedro, hasta luego”. Dios no nos deja solos en nuestra crisis.

Tome en cuenta lo siguiente, la liberación de Pedro llegó al último instante. Dios no actúa bajo presión. Esta historia se desarrolla sin ninguna prisa. Mire lo que hizo el ángel cuando llegó. Le dijo a Pedro: “Levántate, levántate; vamos, levántate, ya no duermas más”. Y Pedro estaría tan dormido que hasta le preguntaría al ángel qué hora sería. Cuando el ángel le dijo a Pedro que se vistiera, lo que le estaba era afirmado que iba a salir de esa crisis con toda dignidad. Las puertas se abren de los que no han hecho nada mal. Cuando se es inocente de alguna acusación se podrá dormir en paz en medio de la peor prisión. Los presos que salen solos de la prisión casi siempre lo hacen huyendo a través de túneles o a través de la extorsión o el soborno. Pedro será testigo otra vez del poder de Dios.

Muy bueno para creerlo

Hechos 12:11. Ahora tome en cuenta lo que viene luego. Las puertas de la cárcel se abrieron y Pedro quedó libre y se dirige con extremado gozo a la casa donde estaban orando por su libertad y la encontró cerrada. Una joven que estaba allí en la reunión se acercó y vio que era Pedro, y en lugar de abrir salió a avisarles a los hermanos, y miren la sorpresa. Por cuanto pensaron que la muchacha estaba viendo visiones, a lo mejor le dijeron: “Rodas, ¿podías dejar de interrumpir que estamos orando por Pedro?”. Y allí está Pedro pidiendo que lo dejaran entrar.

Hay algo curioso en esta historia. Fue más fácil para Pedro salir de la prisión que entrar en la casa donde estaban orando por él. Si el Señor pudo abrir la puerta de la prisión ¿no tenía el mismo poder para abrir la puerta de esa casa? La oración no es una excusa para la ociosidad. La oración debe movernos a la acción. La fe tiene que llegar hasta el final en la crisis. Debo orar, pero debo ir a abrir la puerta.

Poder de Dios silencioso

¿Qué hacer en medio de las pruebas? Bueno hay que recordar que Dios tiene control de cada situación. Pero necesitamos despertar el poder detrás de la crisis. El poder de la oración y el poder de la fe deben estar presentes. Al final mire lo que pasó con Herodes Hechos 12:20-23. Detrás de cada crisis hay un poder silencioso que no se detiene.

Julio Ruiz

Venezolano. Licenciado en Teología. Fue tres veces presidente de la Convención Bautista en Venezuela y fue profesor del Seminario Teológico Bautista de Venezuela. Ha pastoreado diversas iglesias en Venezuela, Canadá y Estados Unidos. Actualmente pastorea la Iglesia Ambiente de Gracia en Fairfax, Virginia.
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