Descubren milenaria ficha de arcilla en el Monte del Templo
Un descubrimiento arqueológico sin precedentes ha arrojado luz sobre las prácticas de los peregrinos judíos durante el Segundo Templo. Una antigua ficha de arcilla de hace 2.000 años, desenterrada cerca del Monte del Templo en Jerusalén, se ha identificado como un probable medio de intercambio para ofrendas durante las peregrinaciones.
La ficha de arcilla, que presenta un «sello de una jarra de vino acompañado de una inscripción griega», ofrece una valiosa información sobre las costumbres religiosas de la época. Según el Proyecto de Tamizado del Monte del Templo, la organización responsable del hallazgo, la ficha «probablemente estaba asociada de alguna manera con las actividades que tenían lugar en el Templo» durante los siglos previos al nacimiento de Cristo.
Simbolismo y significado de la ficha de arcilla
La imagen de la jarra de vino en la ficha guarda estrecha relación con el texto mishnaico que describe los nesajim, una libación de vino vertida en el altar del Templo y también utilizada como término general para referirse a todos los componentes de la ofrenda. Los arqueólogos sugieren que la ficha «estaba destinada a peregrinos de habla griega, posiblemente incluyendo judíos de la diáspora».
La inscripción griega en la ficha de arcilla, un hallazgo poco común, confirma la presencia de escritura griega en el Templo. La Mishná judía corrobora este hecho, indicando que las cestas en la cámara del tesoro estaban marcadas con letras griegas.
Método de intercambio
La ficha de arcilla con inscripción griega se distingue de los sellos de arcilla comunes (bulas) por su «reverso pellizcado», lo que sugiere que se trataba de un «tipo de ficha entregada a mano al destinatario, a diferencia de un sello que se adjuntaba a un nudo para asegurar un documento o contenedor», explican los expertos.
La inscripción en la ficha revela el nombre del propietario: Doulês, un nombre común en Tracia, Macedonia y las regiones del norte del Mar Negro, áreas donde los judíos se habían establecido durante el período helenístico-romano temprano.
El descubrimiento de esta antigua ficha de arcilla constituye un hallazgo excepcional de gran valor histórico y religioso. Su presencia cerca del Monte del Templo y su asociación con las ofrendas religiosas la convierten en un artefacto que aporta información crucial sobre las prácticas de los peregrinos judíos durante el Segundo Templo.