Pálido e inexpresivo, un misionero estadounidense estaba en camino hacia su país ayer tras ser liberado por Corea del Norte, que lo había detenido por entrar en forma ilegal desde China el 25 de diciembre.
Robert Park, con sus ojos apenas abiertos, no hizo declaraciones mientras funcionarios diplomáticos estadounidenses lo escoltaban a una sala para pasajeros en tránsito en el aeropuerto de Pekín a su llegada desde Corea del Norte.
Robert Park, con sus ojos apenas abiertos, no hizo declaraciones mientras funcionarios diplomáticos estadounidenses lo escoltaban a una sala para pasajeros en tránsito en el aeropuerto de Pekín a su llegada desde Corea del Norte.
La vocera de la embajada estadounidense Susan Stevenson manifestó que Park, de 28 años, partiría más tarde el sábado hacia Estados Unidos.
“Recibimos con agrado la liberación de Robert Park por parte de Corea del Norte”, dijo Stevenson.
El coreano-estadounidense de 28 años cruzó el congelado Río Tumen, desde China hacia Corea del Norte, el 25 de diciembre. Llevaba cartas que pedían al líder Kim Jong Il cerrar los campos de detención del país y dejar el poder. Semejantes actos pudieron haberle valido la ejecución en el país comunista.
Semejantes desafíos al régimen totalitario norcoreano podrían conllevar la pena de muerte.
La agencia central de noticias norcoreana reportó que el gobierno decidió perdonarlo y liberarlo, tomando en consideración su sincero arrepentimiento por hacer algo incorrecto después de 43 de detención.
“Estamos emocionados de que haya sido liberado”, dijo el Madison Shockley, pastor de la familia Park en Carlsbad, California. “No podemos esperar a escuchar la verdad de lo que él descubrió allá”.
Fuente Agencias