Colmenas milenarias en la tierra donde fluye leche y miel
Un equipo de arqueólogos descubrió en el norte de Israel evidencias de cría de abejas de hace tres mil años, incluyendo restos de colmenas, cera de abejas y lo que se presume son las colmenas intactas más antiguas jamás halladas.
El hallazgo se efectuó en las ruinas de la ciudad de Rehov a mediados de año. Entre los objetos arqueológicos figuran treinta colmenas intactas que datan de alrededor del 900 antes de Cristo, dijo el arqueólogo Amihai Mazar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Indicó que el hallazgo demuestra que existía una avanzada industria de cría de abejas en épocas bíblicas.
La apicultura se practicaba en muchas partes del mundo antiguo. La miel era usada con propósitos medicinales y religiosos, y como alimento. La cera de abeja se empleaba para hacer moldes destinados a vaciar objetos de metal. También servía para crear superficies para escribir.
Las colmenas fueron hechas de paja y arcilla sin hornear. Tenían un agujero en un extremo para que entraran y salieran las abejas, y una tapa en el otro extremo, para que los cuidadores de abejas tuvieron acceso a los panales.
En la Biblia se dice que Israel es “la tierra que mana leche y miel”. Sin embargo, se piensa que la miel era fabricada macerando dátiles e higos. En la Biblia no se menciona la apicultura. Los nuevos hallazgos indican que hace casi tres mil años se practicaba la cría de abejas en la región.
“Se trataba de una industria organizada, parte de una economía organizada, en una ciudad ultraorganizada”, dijo Mazar.
En la época en que se criaban abejas en la zona, señaló Mazar, Rehov contaba al parecer con unos dos mil residentes.
Ezra Marcus, un experto en el antiguo mundo mediterráneo que enseña en la Universidad de Haifa, dijo el martes que el hallazgo permitía un vistazo singular a la industria de la apicultura en épocas remotas. Marcus no formó parte de las excavaciones en Rehov.