Billy Graham tras el triunfo de Obama anuncia campaña evangelística
Billy Graham, quien acaba de cumplir 94 años justo el día después de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, ha escrito un comunicado en el que habla de la reelección de Barack Obama y sus planes de evangelizar a los Estados Unidos con una «visión fresca».
«Voy a pasar los próximos 12 meses, si Dios me lo permite, hacer todo lo que pueda para ayudar a llevar a cabo una nueva visión que Dios nos ha dado, una visión de llevar el Evangelio de Jesucristo a todos los lugares de los Estados Unidos».
Para ello Graham está planificando una campaña evangelística que se celebrará en noviembre del 2012, mes en el que celebrará sus 95 años, si Dios lo permite. La campaña ha sido bautizada My Hope (Mi esperanza) y aunque Graham es consciente de sus limitaciones físicas por su edad, afirma que hara el esfuerzo que sea necesario y cuenta con el apoyo de su hijo Franklin.
«Ahora, que los votos ya están contados, es importante recordar que si estamos personalmente satisfechos con el resultado o no, Dios quiere que oremos por los que han sido elegidos para ser nuestros líderes. Tanto en el plano nacional, estatal y local la Biblia nos exhorta para que lo hagamos con respeto y gratitud (1 Pedro 2:17, 1 Timoteo 2:1-3) «, señala el evangelista.
Además ha indicado que independientemente de los resultados, la elección no va a resolver los problemas básicos de Estados Unidos – que según él se derivan del corazón humano. Añadió que el único camino hacia la restauración de una persona o de una nación es a través del arrepentimiento.
En esta campaña electoral Billy Graham fue criticado por muchos líderes evangélicos pues se reunió con el candidato republicano Mitt Romney quien es mormón y le ofreció su apoyo. Graham elogió a Romney por sus valores alineados con la ética bíblica en relación al matrimonio tradicional y sus puntos de vista pro-vida.
Además tras esta reunión en la Asociación Evangelística Billy Graham retiró de su página web un artículo que catalogaba al mormonismo como una «secta».