Una pizza por error termina en bendición
Un acto de compasión durante una equivocación cotidiana se volvió un ejemplo de fe cristiana.

Un delivery equivocada de pizza se convirtió en una historia viral de esperanza y fe cristiana. El pastor Neal Seiwert, de Castle Rock, Colorado, había pedido una pizza para compartir con su familia cuando la repartidora, llamada Suzanna, llegó con el pedido equivocado. Avergonzada, la mujer pidió disculpas al darse cuenta de que había confundido el número del pedido.
Lejos de molestarse, el pastor y su familia respondieron con comprensión y amor. “No te sientas mal, te amamos y Jesús te ama”, le dijo Seiwert antes de salir con su esposa y sus tres hijas al porche para orar por ella. El momento, grabado por su cámara de seguridad, mostró cómo la familia colocaba sus manos sobre los hombros de la repartidora mientras el pastor pedía a Dios que la bendijera y la ayudara en sus necesidades.
El poder de la oración en una entrega de pizza
Durante la oración, Seiwert expresó su gratitud por haber conocido a Suzanna y pidió a Dios que abriera “las ventanas del cielo sobre ella”, concediéndole sanidad, provisión y dirección espiritual. Las palabras del pastor reflejaron su deseo de que la repartidora no solo sintiera el amor de su familia, sino también el amor de Dios.
El video de aquel instante, compartido en redes sociales, superó el medio millón de “me gusta” en Instagram y acumuló más de cinco millones de visualizaciones. Muchos usuarios escribieron que la escena los había conmovido hasta las lágrimas, recordándoles la importancia de mostrar compasión incluso en situaciones cotidianas como entregar una pizza.
Conmovidos por la experiencia, los Seiwert buscaron a Suzanna nuevamente para ayudarla. Con su consentimiento, organizaron una campaña en línea para recaudar fondos destinados a cubrir sus necesidades básicas. La meta inicial de 25.000 dólares fue superada en menos de dos días, recibiendo apoyo de personas que vieron en aquel acto una demostración tangible del amor de Cristo.
El pastor compartió su sorpresa ante tantas muestras de solidaridad. “Mucha gente necesita amor”, dijo, resaltando que las oportunidades para mostrar la fe no siempre se dan en grandes escenarios, sino en momentos simples del día a día, como la entrega de una pizza.
La familia Seiwert se prepara ahora para mudarse a Wichita, Kansas, donde comenzarán una nueva iglesia llamada Harvest House. Este testimonio ha inspirado a miles de creyentes a recordar que la fe se manifiesta también en gestos sencillos de empatía y oración.
