La adoracion importa

10 consejos para componer malas canciones de adoración

10 consejos para componer malas canciones de adoración

En mis años como director de desarrollo de adoración para las Iglesias de Sovereign Grace, he revisado cientos de canciones de adoración y escrito algunas propias. No todas han sido brillantes. De hecho, muy pocas lo han sido.

He notado algunas tendencias recurrentes que impiden que canciones mediocres se conviertan en buenas o grandes canciones. Estoy íntimamente familiarizado con esas tendencias en mis propias canciones, y a continuación he enumerado los 10 errores que considero son los más imporntes para que nuestras canciones de adoración sean malas.

Aunque estos pensamientos están dirigidos a compositores, la mayoría también se aplica a la dirección de la adoración.

Los 10 consejos a seguir

Así que, si quieres escribir malas canciones de adoración, sigue estos 10 consejos simples:

1 – Apunta a escribir el próximo éxito mundial de adoración.
Ya se ha hecho, y no puedes controlar los resultados. ¿Para quién estás escribiendo, después de todo?

2- Dedica todo tu tiempo a trabajar en la música, no en las palabras.
¿De verdad importa qué palabras cantamos? A Dios sí le importan. A nosotros también debería importarnos. Si Dios hubiera pensado que la música es el aspecto más importante de una canción de adoración, tendríamos grabaciones del rey David cantando y tocando los Salmos.

3 – Dedica todo tu tiempo a trabajar en las palabras, no en la música.
No te preocupes por las melodías, los ritmos o las armonías. Después de todo, solo importan las palabras. ¿En serio? Considera esto: una gran teología acompañada de melodías monótonas o imposibles de cantar no será recordada por mucho tiempo, si es que lo es.

4- No consideres el rango y las capacidades de la voz humana promedio.
Puede que tengas un rango vocal de tres octavas, pero la mayoría de las personas en la congregación se sienten cómodas en un rango que va de un la bajo a un re alto. Además, probablemente no puedan cantar las melodías alternas y las inflexiones tan bien como tú.

5- Nunca dejes que nadie altere la manera en que Dios te dio originalmente la canción.
¿Por qué cambiar la inspiración divina? Bueno, porque solo vemos una parte y no siempre acertamos a la primera.

6- Asegúrate de que la mayoría de tus canciones hablen sobre lo que hacemos y sentimos, en lugar de quién es Dios y lo que ha hecho.
¿Por qué llenar nuestras canciones con descripciones claras, específicas y poderosas del carácter y las obras de Dios? ¿Por qué no simplemente expresar nuestras emociones y hablar de lo apasionados que somos? Porque un fuego emocional que no tiene combustible doctrinal se apaga rápidamente o acaba alimentándose a sí mismo.

7- Intenta usar tantas frases bíblicas como puedas y no te preocupes por cómo encajan entre sí.
Esto es lo que Nick Page llama «poesía de imán de nevera». Suena bíblico, pero nadie entiende realmente lo que estás diciendo.

8 – Cubre tantos temas como sea posible
A menos que estés escribiendo 17 versos como algunos compositores de himnos del siglo XVIII, probablemente no deberías intentar tratar la creación, la caída, la historia de Israel, la encarnación, la vida de Jesús en la tierra, la última cena, la cruz, la resurrección, la ascensión, el derramamiento del Espíritu, la iglesia, el ministerio a los pobres, la salvación, la santidad, la segunda venida y el cielo en una sola canción. Los grandes letristas pueden entretejer numerosos temas alrededor de un enfoque consistente. Pero la mayoría de nosotros no somos grandes letristas. Mantente enfocado en tu canción y asegúrate de tener una buena razón para que una línea siga a la otra.

9 – Usa frases y palabras que estén incluidas en el 95% de todas las canciones de adoración.
«Llevaste mi dolor/sobre la cruz; tomaste mi vergüenza/te alabo, Señor; viniste a salvarme/del sepulcro me sacaste; llenaste mi alma/me hiciste completo; gracias por tu amor/que vino de lo alto». Créelo o no, esas frases y rimas ya se han usado antes. Son buenas palabras. Pero probablemente podamos pensar en formas más creativas de usarlas. También podemos pensar en otras palabras.

10- Olvídate de Jesús y lo que logró en la cruz.
Haz que parezca que no necesitamos un mediador (1 Tim. 2:5), que podemos tener acceso a la presencia de Dios por nuestra cuenta (Ef. 2:18; Heb. 10:19-22), y que nuestra adoración es aceptable simplemente porque somos quienes la ofrecemos (1 Pe. 2:5). Aunque no todas las canciones deben mencionar por qué es tan importante el sacrificio sustitutivo de Cristo, siempre deberíamos tenerlo en mente mientras componemos.

Estoy seguro de que mi lista está incompleta. ¿Qué otras formas se te ocurren para escribir malas canciones de adoración? Puedes usar los comentarios y compartir tus ideas

Bob Kauflin

Bob Kauflin es director de desarrollo de adoración de los ministerios Sovereign Grace. Formó parte del grupo cristiano GLAD. Pastor, compositor y conferencista. Su pasión es equipar a músicos, adoradores y pastores en la adoración congregacional.
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