Instituto del Templo en Jerusalén selecciona y entrena a futuros sacerdotes del Tercer Templo
Después de más de 1950 años, el pasado 20 de agosto se celebró en Jerusalén una ceremonia para preparar la reanudación de sacrificio perpetuo establecido en el Antiguo Testamento como mandamiento de diario cumplimiento para el pueblo judío.
El Instituto del Templo con sede en la ciudad vieja en Jerusalén asociada con otras organizaciones está formando a los cohanim (sacerdotes) quienes volveran a ofrecer sacrificios en el Beit HaMikdash (Templo de Salomón). Esta escuela de formación es un paso fundamental para poder restablecer el ritual del sacrificio.
Desde el año 2006 un comité conformado por siete rabinos se ha venido reuniendo una vez en Jerusalén con el fin de hacer un estudio minucioso de los rituales y las ceremonias que deben realizarse en el templo. Tras ello se ha seleccionado a un grupo de jóvenes descendientes de la antigua tribu de Leví, tribu a la que se le otorgó este oficio. El proceso de identificación de descendientes de Levi fue relativamente sencillo ya que esta tradición está mantenida en el uso de los apellidos entre los que destacan Levi (el más común), Levy , Levine , Leventhal , Levinson y Cohen.
Los futuros sacerdotes escogidos han recibido las primeras lecciones sobre cómo usar el ropaje sacerdotal siguiendo los requisitos bíblicos y cómo llevar a cabo los rituales según la tradición original de los levitas. También se llevó a cabo un sorteo para determinar quién ofrecerá el primer servicio de sacrificio del día .
Todo esto ha sido oficialmente anunciado: «En la noche del 14 de Elul 5773 (20 de agosto de 2013) el Instituto del Templo en cooperación con Mishmeret Kehunah (Organización para la Renovación de los turnos sacerdotales ) y otras organizaciones iniciaron una nueva escuela dedicada a la enseñanza del «arte perdido» para realizar el servicio Tamid diario en el Santo Templo».
Con esta formación ya el pueblo judío cuenta con levitas dispuestos a ofrecer sacrificios en el Tercer Templo.
En la ceremonia ningún animal fue sacrificado, pero por la imágenes publicadas se evidencia la enseñanza en la preparación de la ofrenda del incienso, el sonido de las trompetas y la el ritual de la purificación así como las oraciones y cantos apropiados para esas ceremonias.
El Instituto del Templo ya tiene 26 años de existencia trabajando arduamente para la reconstrucción del Templo en el Monte Moriah. El año pasado, la organización quería recuperar el sacrificio público de la Pascua para rememorar la tradición judía. Sin embargo las autoridades policiales les impidieron realizar esto públicamente para evitar posibles revueltas por parte de los musulmanes.
Para poder realizar las ceremonias según los preceptos bíblicos el Instituto ya ha producido 102 utensilios necesarios para cada ocasión incluida el Arca de la Alianza. Los nuevos levistas no saben cuando comenzarán a ofrecer sacrificios pero quieren estar preparados para poder hacerlo tan pronto como sea posible.
En el pueblo judío existen dos formas de pensar sobre la reconstrucción del Templo. Por un lado están los judíos ultra-ortodoxos que piensan que sólo el Mesías será el único capaz de restaurarlo y por lo tanto se tiene que esperar para que ello ocurra. El otro grupo lo forman los judíos que piensan que para que venga el Mesías el pueblo judío tiene que preparar su venida.
Es sobre este segundo grupo donde el Instituto del Templo ha logrado obtener los fondos para financiar sus actividades, recibiendo donaciones de judíos dispersos por todas las naciones del mundo e incluso de algunos ministerios cristianos sionistas que también han colaborado. Cabe notar la aportaciones del evangelista Benny Hinn quien incluso ha hablado de ello en sus programas de televisión.
Sólo la Menorah (el candelabro) ha costado más de 3 millones de dólares pues está hecho con más de 20 kilos de oro sólido.
Otro hecho importante para la reconstrucción del Templo ocurrió el 21 de mayo de 2009, cuando el «Movimiento de Lealtad a la Tierra de Israel y el Monte del Templo» desfiló por las calles de Jerusalén mostrando una piedra de casi cuatro toneladas que será la piedra angular del Tercer Templo en Jerusalén.
Cuando ocurrirá la construcción es un misterio pero es obvio que no se podrá realizar sin que se destruya la mezquita de Al- Aqsa con el famoso Domo de la Roca, hecho que ya ha levantado amenazas de guerra por parte de los países musulmanes. Un video del gobierno israelí hizo a principios de este año ha vuelto a encender la polémica en este sentido.
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