Congregación china se enfrenta a la persecución pero sigue en pie
La primera vez que el gobierno los desalojo de su local alquilado adoraron fuera en plena tormenta de nieve. Después la policía empezó a arrestarles en sus servicios al aire libre pero volvían cada domingo fielmente. Luego su liderazgo fue puesto bajo arresto domiciliario y algunos de ellos fueron presionados para renunciar a sus trabajos pero al final siguen en pie de lucha.
Son nuestros hermanos de la Iglesia Shouwang de Pekín, una congregación a la que se le ha denegado el registro oficial. Durante años han aguantado los abusos de un gobierno contario a su fe en que Jesucristo es la cabeza de la Iglesia. Ahora la Iglesia Shouwang se prepara para luchar legalmente para asegurar un lugar habitual de culto.
«El Partido Comunista de China siempre ha tenido miedo a cualquier forma de organización independiente que escape del control del gobierno central», señala Mark Shan, de la agencia de noticias China Aid, un grupo que monitoriza la libertad religiosa y que ha hecho un seguimiento exhaustivo de la situación de la Iglesia Shouwang.
En China, sólo las iglesias registradas como parte del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías (Three-Self Patriotic Movement) son consideradas legales. El registrarse a esta supervisión conlleva restricciones que impone el gobierno en aspecto como la evangelización, la escuela dominica a adolescentes y niños, el culto de bautismos y otras actividades. Por su lado Bob Fu, fundador y presidente de China Aid, sostiene que el gobierno impone a que se acepten como líderes en estas iglesias a miembros del Partido Comunista y que están a la cabeza del Movimiento Patriótico de Tres Autonomías.
La negativa de la iglesia Shouwang para ponerse bajo el yugo de los reguladores del gobierno ha creado que sus casi 1.000 miembros sufran acoso constante por parte de las autoridades. En noviembre de 2009, de acuerdo con los líderes de la iglesia, el gobierno desalojó a la iglesia del edificio que tenían alquilado, lo que obligó a que los miembros tuviesen culto externo dos veces antes de que recibieran el «tácito» consentimiento para volver adentro. A pesar de ello las autoridades continuaron en su lucha haciendo que los esfuerzos de la iglesia para alquilar o comprar un local con lo que desde el 10 de abril de 2011 hasta hoy realizan sus cultos a la inteperie hasta que las situación se resuelva.
Durante el primer servicio de la iglesia al aire libre, la policía arrestó a más de 160 miembros. Han sido 17 meses de vicisitudes por Shouwang no ha dejado adorar al aire libre a pesar que la policía siempre arresta y detiene a decenas de creyentes.
La mayoría arrestados son puestos en libertad a los pocos días, pero algunos están aterrorizados por las amenazas verbales y físicas de la policía. Cuando se les detiene se les interroga y se les enfrentan a representantes del Movimiento Patriótico de Tres Autonomías que tratan de influirles para que dejen la iglesia con supuestos argumentos teológicos.
«La iglesia nunca se rinde», manifiesta Shan. «Cada domingo, los creyentes se esfuerzan para al lugar de culto y son arrestados. Los detienen, los llevan a las comisarías de policía y luego son liberados. Todos los domingos esto se repite «.
Algunos miembros se han visto obligados a abandonar sus puestos de trabajo o mudarse por la presión del gobierno y a los líderes de la iglesia se les ha sometido a arresto domiciliario. El pastor principal, Jin Tianming, ha sido confinado en su casa por más de 500 días.
En un esfuerzo por remediar la situación de la iglesia Tianming ha presentado una «revisión administrativa» – al gobierno central para que revise las acciones del gobierno municipal. La solicitud argumenta que con estos hechos el gobierno atenta contra “la libertad religiosa otorgada por la Constitución a todos los ciudadanos y el derecho de las iglesias cristianas de practicar su fe religiosa, todo lo cual constituye persecución religiosa «.
Según el South China Morning Post, un miembro del personal de la oficina de asuntos jurídicos del gobierno de Pekín dijo que la revisión administrativa había sido rechazada. Por lo tanto el siguiente paso sería la de presentar una «querella administrativa».
Mientras tanto, la iglesia Shouwang sigue en su lucha, con alguno casos tristes como el de algunos miembros que no han soportado la presión y dejado la iglesia, una «dolorosa herida en su corazón».
Es por esto que Cristian Aid pide que los creyentes del mundo oren por la Iglesia Shouwang para que Dios les de coraje y sabiduría y puedan salir de tan difícil situación.