Asbury: ¿primer avivamiento digital?
Hace un par de días, mi cuñada, que no es una persona muy ducha en cuanto a tecnologías de la información, nos envía por Whatsapp la noticia de que: “hay un avivamiento en los Estados Unidos”. No puede precisar exactamente dónde es, pero dice que puede averiguarlo, y además, que tiene videos que lo confirman. Me sorprende sobremanera la velocidad a la que viaja la noticia y las implicaciones que ello puede tener.
La idea de un avivamiento es un aspecto fundamental del imaginario evangélico, especialmente el carismático/pentecostal. Por ello, las comparaciones con eventos previos, catalogados como avivamientos, no se hacen esperar en las plataformas de redes sociales. Fuera de los temas puramente teológicos, sociológicos, o. antropológicos, una cosa que resulta difícil de entender es la velocidad de difusión del avivamiento de Asbury en comparación con sus predecesores en Buenos Aires, Toronto, Pensacola y Lakeland.
El fuego del Espíritu avanza por las redes sociales
Me voy a Twitter y veo que está lleno de reportes de un “derramamiento” del Espíritu Santo, un “avivamiento”, una “visitación” de Dios que está ocurriendo en la Universidad de Asbury, ubicada en Wilmore (Kentucky), en medio de las montañas Apalaches en el sur norteamericano. Peor aún, mi cuñada me dice que el avivamiento comenzó apenas el 8 de febrero del 2023, y compruebo que hay tantos escritos y comentarios disponibles en Internet que la noticia ya parece vieja.
Solamente en Instagram, el 18 de febrero encontré 5366 publicaciones con la etiqueta #asburyrevival. Incluso el cronograma de los eventos ya está disponible en una página de Wikipedia con vínculos a videos captados con drones que muestran las largas colas para entrar al auditorium principal donde se realizan las reuniones.
Lo que llama poderosamente la atención son las decargas realizadas en la plataforma Tik Tok de los numerosos videos subidos por los jóvenes estudiantes de la universidad, así como por cientos de visitantes que se han apersonado en el lugar, en apenas 12 días de avivamiento. Para el martes 21 de febrero, los videos con la etiqueta #asburyrevival habían sido vistos más de 90.3 millones de veces, y la cuenta seguía rodando. Al momento de escribir este artículo, el primer video que apareció en mi búsqueda, sobrepasaba ya 1.3 millones de descargas.
Esto no me toma por sorpresa, ya que tengo unos cuantos años observando el crecimiento de las plataformas de redes sociales. Las estadísticas muestran con claridad que el 57,6 % de la población mundial son miembros activos de las redes sociales. Solamente TikTok tiene más de mil doscientos millones de usuarios activos mensuales, con 50 millones de ellos iniciando una sesión diariamente. Sin planificarlo, el avivamiento de Asbury se ha metido en una grieta que los viejos evangélicos mirábamos con desdén por considerarla inútil, esos videitos cortos de Tik Tok que plagaban nuestros Whatsapp’s o Twitter feeds cuando lo que queríamos eran noticias “serias”.
Avivamientos que se difunden por cassettes
En noviembre de 1994 tuve que viajar de Caracas a la ciudad de Baltimore para asistir a una conferencia de ingeniería biomédica. El día domingo decidí salir de la burbuja académica y visitar por primera vez una iglesia del movimiento Vineyard (La Viña). Al terminar la reunión me acerqué a la esposa del pastor y conversamos un rato. Me preguntó si sabía del “avivamiento” que estaba ocurriendo en Toronto, cosa que ignoraba completamente. En ese momento habían pasado once meses desde el inicio de ese mover espiritual. Cuando regresé a Caracas un amigo misionero me prestó unos cassettes donde se escuchaban testimonios, los cantos, y las manifestaciones espirituales que caracterizaron ese avivamiento. Tenía que usar mi imaginación para visualizar lo que escuchaba.
El despertar de Toronto se había iniciado en una pequeña iglesia de Toronto con unas 120 personas, el 20 de enero de 1994. Después de las primeras manifestaciones de avivamiento, los líderes de la iglesia decidieron continuar con reuniones todos los días, al menos durante seis semanas más. En ese lapso de tiempo el avivamiento comenzó a atraer a numerosos visitantes. Inicialmente, su alcance estaba circunscrito a las iglesias canadienses, y las del movimiento Vineyard al cual pertenecía la congregación.
Se dice que para abril la asistencia promedio era de más de mil personas a cada reunión diaria. A partir de allí los medios tradicionales de comunicación ayudaron al esparcimiento de la noticia, especialmente en Inglaterra, donde se comenzaron a observar réplicas en iglesias Vineyard, y en otras más tradicionales como las Anglicanas. Fue justamente un periódico londinense el que le dio el apelativo de Bendición de Toronto (BT) al avivamiento.
Se estima que durante los primeros dos años, unas 800000 personas visitaron la iglesia de Toronto, la cual tuvo que ampliar sus capacidades en todos los sentidos. En 1995, una réplica importante del despertar de Toronto ocurrió en una iglesia de las Asambleas de Dios en Pensacola (Florida-USA), con manifestaciones espirituales, características y rituales muy similares.
Influencia del avivamiento de Toronto
A pesar de las magnitudes de aistentes que se esgrimen, el alcance de estos avivamientos fue bastante limitado ya que quienes podían visitar estos lugares, en una suerte de perigrinaje evangélico, eran mayormente provenientes de la clase media norteamericana, europea, australiana, neozelandesa, y en menor grado de Corea y Japón.
Estos peregrinos, regresaban a sus iglesias locales transportando con ellos la “bendición” recibida para impartirla a sus hermanos en sus lugares de origen. Esa posibilidad de transportar el “fuego” o la “unción” a otros lugares es la razón de la existencia de las réplicas, como en el caso de Pensacola. Increíblemente, a tan solo una semana del inicio del avivamiento en Asbury, ya se reportan una réplica en la Universidad de Lee y otra en la de Samford.
El elevado costo del peregrinaje es quizás una explicación de por qué el efecto de la BT en América Latina no se menciona mucho durante esos primeros años del avivamiento de Toronto. Sin embargo, se reconoce que tanto los esposos Arnott como Randy Clark, líderes del avivamiento, habían visitado la iglesia de Claudio Freidzon en Buenos Aires donde había brotado otro avivamiento en 1992. Este avivamiento latinoamericano tuvo una evolución mucho más lenta, pero también tuvo su impacto a la larga.
Hoy por hoy, la influencia de la Bendición de Toronto ha perdurado a través de los años, pudiéndose percibir en la teología y práctica de numerosas iglesias contemporáneas, como es el caso de la conocida Iglesia Bethel de Redding (California).
La aparición de la web
Uno de los canales de divulgación que apenas hacía su aparición, pero que rápidamente se comenzó a usar para el esparcimiento del avivamiento hacia todas partes del mundo, fue la world wide web (www). A finales de 1993 acababa de ser sacado a la luz pública el navegador de Internet, Mosaic, primero en su clase. En ese momento había tal vez solo unas 600 páginas web en todo el mundo. Para el final del año 1994 esa cifra se multiplicó por 20, y para las postrimerías de 1995 existían no menos de 120000 páginas web.
Netscape, uno de los navegadores pioneros, inició sus operaciones en diciembre de 1994, y el Internet Explorer en agosto de 1995. En esa nueva ola, la iglesia Toronto Airport creó su propio sitio con información sobre la BT, así como lo hicieron las revistas y periódicos cristianos como Charisma, Christianity Today y otros, donde se comenzaron también a divulgar noticias via web. Pero fue un lento comienzo donde no todo el mundo estaba convencido de lo que ello significaba en términos prácticos. Obviamente todo esto suena verdaderamente insignificante frente a la magnitud de las visitas en Instagram y las descargas de los videos de Asbury en Tik Tok.
El primer avivamiento tecnológico se esfumó rápidamente
Quizás uno de los últimos avivamientos registrados, previo a lo que estamos presenciando en la Universidad de Asbury, fue el de Lakeland en el estado norteamericano de la Florida, el cual ocurrió entre abril y agosto del 2008. Pese a que se trató de un fiasco, con un resultado desastroso para le mundo pentecostal/carismático, su divulgación fue extraordinariamente acelerada.
Para ese entonces ya se había evolucionado al modelo 2.0 de comunicación vía Internet, donde las páginas no eran estáticas, ya existía youtube, se podía hacer streaming, y las redes sociales como Facebook y Twitter habían hecho su aparición. Aparte de ello, una cadena de televisión, GOD-TV, estuvo a cargo de las transmisiones en vivo del avivamiento. Así que el sitio web de la iglesia que patrocinaba el avivamiento, Ignated Church, explotaba con el número de visitantes que querían ver las transmisiones en vivo desde todas partes del mundo. Se llegó a decir que era el primer avivamiento impulsado via web.
Sin embargo, en comparación con Asbury, en solo dos meses el sitio web de Ignated Church había recibido “apenas” 1.2 millones de visitas, algo así como 20000 visitas diarias, lo que en aquella época se consideraba una cifra extraordinaria.
Mientras algunos se animan, otros critican
Durante el primer año del avivamiento de Toronto hubo que esperar los artículos de análisis en las revistas cristianas para entender de qué se trataba, o mucho más tarde los libros que se publicaron, a favor y en contra. Uno de los temas era la definición de lo que significa un avivamiento, cosa en la que no había, ni hay, un acuerdo unánime.
A raíz del avivamiento de Asbury, la cantidad de opiniones y definiciones es abismal, especialmente en Twitter. También han aparecido los críticos y detractores, así como los escépticos. Nada de eso es inusual en los avivamientos, desde Asuza (1906) hasta Toronto (1994), pero el número de opiniones publicadas, así como la variedad de personas que escriben sus ideas al respecto en las redes sociales es impresionante.
Podemos encontrar mensajes de personas comunes y corrientes, de teólogos, pastores, curiosos, hasta del mismo exvicepresidente norteamericano Mike Pence, quien en reciente tweet recordaba su visita y conversión en Asbury en 1978. Tal es el revuelo que, hasta las grandes cadenas noticiosas como CNN y FOX ya han cubierto el avivamiento, cada una según su estilo, y algunos medios ingleses también se han hecho eco.
El teólogo argentino Pablo Deiros definió en alguna oportunidad el avivamiento como la “restauración de la vida espiritual de creyentes e iglesias que, habiendo conocido la gracia de Dios y el nuevo nacimiento, se han enfriado en su fe, han perdido su visión, se han vuelto al mundo y son ineficaces en el cumplimiento de la misión”. Aunque Deiros también hace énfasis en las implicaciones sociales de un avivamiento, para él, la principal característica del derramamiento espiritual es la de provocar un nuevo impulso en un cristianismo que se encuentra agotado o desencajado en la cultura.
El avivamiento se propaga por Tik Tok
No debe extrañar que lo que sucede en la Universidad de Asbury ocurre en momentos en que los cristianos norteamericanos se han desgastado en las guerras culturales y políticas, habiendo sacrificado la compasión, la gracia, el cuidado de los más vulnerables y pobres, la igualdad y otros valores, a manos de las ansias de poder.
Parece que este cristianismo no estaba llegando a los jóvenes, especialmente los de la Generación Z, es decir aquellos jóvenes nacidos entre 1995 y 2010, precisamente las cohortes juveniles que estudian en la universidad de Asbury. Al menos en los Estados Unidos, 34% de los Gen Z no están afiliados a ninguna iglesia y 19% de ellos se consideran ateos o agnósticos. Así que, según la definición de Deiros, un avivamiento está más que justificado entre estos muchachos, o en las iglesias que necesitan ver con más claridad este complejo campo misionero.
Justamente es allí donde entra en juego la tecnología pues, si los miembros de la Generación X y de la Milenial fueron considerados nativos digitales porque conocieron las computadoras desde que tenían uso de razón, la Generación Z podría ser considerada como la primera generación del posthumanismo. Es decir, una humanidad que no se concibe sin los aditamentos tecnológicos, en especial los teléfonos móviles.
Precisamente, TikTok es una aplicación de redes sociales que se utiliza principalmente para producir y publicar videos de formato corto que van desde 15 segundos hasta tres minutos creados en dispositivos móviles. La empresa china ByteDance propietaria de la aplicación dice en su declaración de misión que TikTok “permite que todos sean creadores” y que se expresen a través de sus videos. Hoy en día, 79% de sus usuarios de Tik Tok son menores de 40 años, siendo la aplicación preferida entre los miembros de la Generación Z, por encima de Instagram.
Así que, podría decirse que el avivamiento de Asbury sería el primer avivamiento en tiempos del posthumanismo o la transformación digital.
Fernando Mora (@famorac), pastor venezolano durante más de 25 años y parte del Movimiento Viña desde 1998. Ha escrito artículos académicos y libros sobre eclesiología contemporánea.