El devocional de hoy

Los hermanos (Primera Parte)

Lectura: Efesios 5:1-2

(Juan 15:13) Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.


En el siglo 15, en una aldea cerca de Nuremberg, Alemania, vivió una familia de 18 hijos. ¡Dieciocho! Para simplemente mantener comida sobre la mesa para esta multitud, el padre y cabeza de la familia, que era relojero por profesión, trabajó casi dieciocho horas al día en su profesión junto con otros varios trabajos que podía encontrar en su vecindad.

A pesar de su aparentemente desesperada condición, dos de los hijos del padre Albrecht Durer tenían un sueño de que los dos podían algún día perseguir una carrera de arte. A la vez, sabían que su padre nunca podía pagar para mandarlos a estudiar a la Academia de Arte en Nuremberg.

Después de muchas discusiones por las noches en una cama bien llena con hermanos, los hermanos hicieron un pacto entre los dos. Al echar un volado, el que perdiera, bajaría a las minas cerca de la casa a trabajar y así sostendría los estudios de su hermano en la Academia de Arte.

Luego, cuando el hermano que ganó el volado terminara sus estudios que serían cuatro años, él sostendría a su otro hermano; o con las ventas de su arte o, si fuera necesario, trabajando en las mismas minas; un trabajo peligroso y sumamente difícil.

Echaron el volado después del culto dominical. Albrecht Durer el hijo ganó y su hermano Albert bajó a las minas peligrosas para empezar su parte del pacto. Por los siguientes cuatro años, Albert fielmente pagó por los estudios de su hermano, cuyos trabajos de arte fue un éxito casi de inmediato.

Como resultado del sacrificio de su hermano, su diligencia, aplicación y el don artístico que Dios le había dado sus trabajos de madera, pintura y dibujos le ayudaron ganar mucho reconocimiento. Todos que le conocieron admitieron que eran todos mucho mejores que los de sus propios maestros y para cuando se recibió, estaba ganando bastante dinero por sus obras.

La historia y el público reconoce a Albrecht Durer, pero yo creo que el verdadero héroe de este relato es Albert que dio en sacrificio para que Albrecht pudiera alcanzar su sueño. Este es la mayor manifestación del amor que existe; el amor que da de si mismo en sacrificio absoluto sin buscar ningún beneficio propio, sino el beneficio del otro.

ES MÁS FÁCIL MORIR POR OTRO A CAUSA DE TU AMOR QUE VIVIR POR OTRO A CAUSA DE TU AMOR.

(I Corintios 13:4-5) El amor... no busca lo suyo...

Hno. Prince Parker

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