¿Quién no ha escuchado la frase ‘todo en exceso es malo’? Pocas personas desconocen que médicos y especialistas recomiendan tomar entre dos y tres litros de agua al día. Sin embargo casi todo el mundo desconoce que beber demasiados líquidos es dañino y puede convertirse en una obsesión que se denomina “potomanía”.
La potomanía, también llamada o “polidipsia psicogénica” es la ingesta en forma compulsiva de líquidos entre los que se encuentran tanto el agua, los jugos y refrescos entre otros señala el doctor Luis Hiruela, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Madrid.
Este especialista señaló al diario ABC que este trastorno es producto de una disfunción de los osmorreceptores del hipotálamo, que regula la necesidad de ingesta de agua.
En realidad es una conducta amprendida pues no se desarrolla de la noche a la mañana ni se da presenta en personas completamente sanas. “Son muchas las patologías que pueden causar la potomanía como la esquizofrenia, demencias, debilidad mental, anorexia nerviosa o trastornos de personalidad.
El beber agua en exceso puede causar una intoxicación hídrica que causa una alteración de los electrolitos con disminución de los niveles en plasma de sodio, potasio y cloro, lo que puede deteriorar el funcionamiento de diferentes órganos del cuerpo.
Otra de las consecuencias puede ser una mielinolisis central pontica por edema cerebral, es decir, cuando los niveles de sodio se elevan demasiado rápido y se produce un daño neurológico que impide el buen funcionamiento de las neuronas.