En la catedral de Gap, al sureste de Francia, se ha expuesto una escultura del artista Paul Freidora en la que Jesucristo aparece sentado sobre una silla eléctrica.
La escultura que representa a Jesús cuasi-crucificado está elaborada con cera, madera y cabello. Y decimos cuasi-crucificado porque la cruz ha sido sustituida por algo más actual, una silla eléctrica.
Y es que hay una cosa que muchos artistas saben a la perfección: el toque de controversia que pueda generar una obra puede dar ventajas a la carrera profesional. Esto es lo que ha logrado esta pieza titulada "Piedad" que no se parece en nada a la obra maestra de Miguel Ángel o a cualquier pieza artístíca con el mismo nombre. Pero algo si queda claro y es que esta ocurrencia ha sorprendido a más de uno.
Otro ingrediente le dió más sazón a la polémica, lo ha sido que la escultura no se expuso en una galería secular del centro de París. Se presentó en una catedral y con el valor agregado de la bendición del obispo local.
Según explicó Monseñor Jean-Michel di Falco al diario Le Monde, su objetivo es que las personas se diesen cuenta que "que alguien que está clavado en una cruz es un escándalo. Por lo general hoy día las personas no se escandalizan cuando se encaran a un crucifijo y la crucifixión es algo verdaderamente escandaloso".
Y para no quedarnos sólo con la curiosidad de la noticia seguramente el lector se esté haciendo la misma pregunta que nos formulamos ¿Si le Jesús tuviese que morir hoy en día, lo matarían en una cruz ó más bien lo sentarían una silla eléctrica?