Momento crucial para los anglicanos
Conservadores y liberales juegan sus roles de división en la Conferencia de Lambeth
Por siglos los anglicanos se han sentido orgullosos por siempre haber encontrado soluciones a la polarización teológica o política. Pero desde hace una década el debate sobre la homosexualidad dentro de la comunión anglicana ha venido socavando esa unidad-
Obispos anglicanos de todo el mundo se han congregado en Canterbury, Inglaterra, para la Conferencia de Lambeth que durará 3 semanas y que comenzó el pasado miércoles. En esa conferencia se debatirán asuntos que conciernen a más de 77 millones de creyentes.
"El círculo se ha cerrado" comentó el Reverendo Ephraim Radner, teólogo norteamericano quien ha venido ayudando en el borrador de la nueva constitución para la comunión.
Según el Arzobispo de Canterbury Rowan Williams, líder espiritual de la comunión y quien decide quien asiste a esta conferencia, ha manifestado que la misma tendrá como objetivo crear puentes y no dar directrices.
Esas directrices son de poco valor según Williams porque la comunión cuenta con 38 provincias autónomas que elaboran sus propias normas y las ejecutan.
Por ejemplo, una resolución que fue propuesta en la pasada Conferencia de Lambeth en el año 1998, proclamó que los actos homosexuales son "incompatibles con las Escrituras" y condenó relaciones sexuales de este tipo. Sin embargo cinco años más tarde la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos consagró como obispo a Gene Robinson quien abiertamente se declaró homosexual. Además se han venido efectuando servicios en los que se bendicen a parejas del mismo sexo en Canadá y los Estados Unidos. Y la gota que ha derramado el vaso de agua es que el mismo Robinson celebró su boda civil con su pareja el pasado mes de Junio.
Para aplacar un poco la ira de los conservadores Williams no ha invitado a Robinson a Lambeth, sin embargo se sabe que el obispo de New Hampshire será el promotor para defender los derechos de los gays.
A pesar de no haber sido invitado, Robinson hizo sus maletas y se fue al Reino Unido a realizar propaganda dentro de las iglesias inglesas. Tal actitud ha sido repudiada por muchos incluso el obispo gay ha sido interrumpido con protestas en su participación en servicios y conferencias
Los conservadores, un sector muy poderoso en la comunión, han manifestado que el tiempo del juego se ha terminado. Pretenden proclamar normas claras que prohiban la ordenación de homosexuales y el matrimonio gay y hacer que las mismas se cumplan. Además han manifestado que si la Iglesia de los Estados Unidos no es disciplinada, se debe reorganizar radicalmente la Comunión Anglicana.
"Vemos ésta como la última oportunidad", declaró el Reverendo Kendall Harmon, obispo conservador de la diócesis de Carolina del Sur de los EEUUAA. "Si no las detenemos [las iglesias de América del Norte], la división no podrá evitarse".
Pero la Conferencia de Lambeth ha sido planificada de tal manera que será difícil que se elaboren resoluciones para disciplinar a la rama de los Estados Unidos y Canadá. Se han diseñado pequeños grupos de discusión y un debate del documento de "memoria de la comunión" que se realizará el próximo 3 de Agosto. Todo ello sustituirá a las sesiones plenarias y al debate parlamentario.
Según el Rev. John Peterson, quien organizó la Conferencia de Lambeth en 1998, el espíritu es de no dictaminar resoluciones, pues esto es algo que siempre "ha sido el deseo de todos los arzobispos de Canterbury".
Pero el mismo Peterson ha reconocido que dicho deseo raramente se ha cumplido. Tanto los obispos liberales como los conservadores tienen su propia agenda y algo pasará en Lambeth.
El Obispo de San Francisco Marc Andrus ha declarado su misión comenzó la semana pasada. Al exponer sus ideas a sus colegas en una iglesia ubicada en Gales se abanderó por apoyar el derecho de los homosexuales. Andrus manifestó en una entrevista telefónica que en medio de la hostilidad actual contra la homosexualidad y la expansión del SIDA, los gays y lesbianas "han encontrado en la Iglesia Episcopal un lugar donde se les da la bienvenida".
Grupos a favor del colectivo gay, tales Integrity de los Estados Unidos, se actuarán haciendo una serie de manifestáciones en las afueras de la conferencia. Andrus dijo que "los obispos como yo, animaremos e invitaremos a que los demás obispos para que escuchen su historia".
Para el obispo John Bryson Chane de Washington, los anglicanos deberían centrarse en las misiones mundiales, incluyendo los "Objetivos de Desarrollo del Milenio" de Naciones Unidas que buscan reducir la pobreza, las enfermedades y el hambre significativamente para el año 2015.
Los obipos episcopales también buscarán detener que arzobispos foráneos adopten parroquias dentro de los Estados Unidos. Decenas de iglesias conservadoras de EE.UU. y de toda la diócesis de San Joaquín en el estado de California se han separado de la Iglesia Episcopal Norteamericana. Han buscado cobertura en obispos de provincias de otros países para repudiar la aceptación de la homosexualidad por parte de los líderes norteamericanos.
Otro aspecto considerable es que la conferencia de Lambert también ha sido boicoteada por más de 200 obispos que han decidido no asistir. De esta manera se manifiestan contra el Arzobispo de Canterbury. Para ellos ha sido el causante del avance de la agenda del colectivo gay dentro de la comunión por no haber tomado cartas en el asunto.
Ante tal hecho el Rowan Williams ha manifestado que respeta la decisión de los líderes que no han querido asistir pero que esta ausencia no detendrá la Conferencia de Lambeth y sus consecuencias dentro la población anglicana.