Decenas de millones de norteamericanos han sufrido pérdidas económicas sustanciales a raíz de la crisis económica actual. Un nuevo estudio realizado por el Grupo Barna ha demostrado que más de 150 millones personas adultas que viven en los Estados Unidos dicen haber sido afectadas por la turbulencia y quienes afirman que llevará unos años poder recuperar a la nación de sus efectos. Esta situación ha comenzado a afectar a las iglesias y a las organizaciones sin fines de lucro, puesto que en el trimestre pasado han visto que sus donaciones han bajado en forma dramática.
En los últimos tres meses los norteamericanos han ajustado sus finanzas y esto se nota en la reducción en los diezmos, las ofrendas y donaciones a la Iglesia y a organizaciones cristianas. Esto es evidente puesto que una de cada cinco familias (20%) han hecho este tipo de ajustes.
Los recortes en las ofrendas se evidencian más en los hogares de las clases bajas y medias (30%) y en las familias que tienen una abultada deuda económica (43%). No sorprende que un 31% de las personas jubiladas (que representan el 29% de la feligresía) y que de media han perdido un 20% de sus pensiones diezmen menos. Además hay que notar que un 29% de las personas que han perdido el 20% o más del valor de su cartera de valores y estas personas también han hecho sus ajustes a la baja en las ofrendas.
El estudio realizado por Barna también indica que muchas iglesias se han dedicado a ayudar a sus files para que asuman sus responsabilidades en relación a los retos que se derivan de la crisis actual. Un 35% de los cristianos que en sus iglesias han habido algún tipo de charla especial dedicada a la situación económicas y como enfrentarla. Esta presentación es más notable entre protestantes que entre católicos.
Al similar ocurre en relación a las oportunidades de ayuda o consejos financieros. Esta situación es más frecuente entre fieles que asisten a iglesias protestantes (39%) que entre fieles católicos (28%). En relación al apoyo en la oración por este asunto el 78% de los protestantes afirman sentirse respaldados por su congregación y el 64% de los católicos entrevistados también.