Las iglesias de Ucrania se han enfrentado a tiempos difíciles debido a la disputa territorial con Rusia, que llevó al país a la guerra en 2014 y que se ha prolongado hasta el día de hoy. Sin embargo, el número de creyentes continúa creciendo incluso en medio de la guerra.
Eric Mock, de la Slavic Gospel Association, informa de cerca sobre la vida en la zona en disputa. “Hay bombardeos de ambos lados”, informa. El bombardeo deja infraestructuras en ruinas y a la población civil en constante peligro. Pero los que se quedan no tienen opción a marcharse.
“Los ancianos, muchos de ellos viudas, no tienen absolutamente ningún lugar adonde ir. Y están solos. No tienen a nadie con quien conectarse, ni medios de apoyo”, dice Mock, quien viajó por la zona de guerra, visitando a personas en estas terribles condiciones. Entró en un edificio severamente dañado y encontró a un grupo de mujeres haciendo un estudio bíblico.
“Me hablaron de la desesperación y las dificultades en sus vidas. Pero mientras todos estaban sentados a la mesa, estaban sonriendo. Y dijeron: ‘Encontramos una relación con Jesucristo’”, dijo Mock. Ni Rusia ni Ucrania han mostrado el deseo de dejar de luchar, independientemente del daño causado.
Mock preguntó a las personas que visitaba cómo la Iglesia en todo el mundo les podía ayudar. Y ellos dijeron: “Oren por la paz en el este de Ucrania. Oren para que más personas tengan fe. Oren por las iglesias locales que están en medio de este conflicto para que se difunda el Evangelio”.