Humildad en espera
«El Señor sostiene a los humildes, pero humilla hasta el polvo a los malvados» (Salmos 147:6, NVI).
Jesús vino en humildad. Prepara tu corazón con un espíritu humilde para recibir su llegada.
«El Señor sostiene a los humildes, pero humilla hasta el polvo a los malvados» (Salmos 147:6, NVI).
Jesús vino en humildad. Prepara tu corazón con un espíritu humilde para recibir su llegada.