Un gran número de pastores pastores protestantes han solicitado al Gobierno Chino una reforma religiosa. Esta petición se formuló esta semana ante la escala de detenciones de cristianos Sin embargo el Gobierno en Pekín ha reiterado que la iglesia subterrania, denominada Shouwang, es una organización ilegal.
En una carta entregada a la Asamblea Nacional Popular (ANP), que aprueba las propuestas de ley, los pastores de Shouwang piden que se investiguen los acontecimientos que obligaron a sus fieles a celebrar oficios al aire libre, secundados por unas 50 congregaciones, y que dieron pie a decenas de detenciones.
También se pide una reforma constitucional que reconozca las reuniones de protestantes para leer la Biblia (o “iglesias domésticas”), consideradas ilegales por el régimen, que sí permite grupos budistas, taoístas, católicos, musulmanes y confucionistas bajo la tutela del Partido Comunista de China (PCCh).
En la misiva se indica que Shouwang (“atalaya” en chino) no tuvo otra alternativa que convocar oficios en público después de que las autoridades impidieran en abril a mil feligreses acceder a las instalaciones que esta agrupación había comprado.
La carta es, según la organización de derechos religiosos China Aid, la primera de este tipo en más de 60 años de régimen comunista, y fue entregada pocos días después de que Washington criticara una vez más a Pekín por no respetar los derechos religiosos.
“No voy a comentar sobre la organización que menciona porque no es un asunto del Ministerio de Exteriores”, señaló hoy la portavoz de la cartera Jiang Yu [en la foto], quien añadió que “los miembros de esa organización intentaron reunirse de forma ilegal en la calle, por lo que las autoridades tuvieron que intervenir para mantener el orden”.
Aunque la portavoz agregó que los ciudadanos chinos disfrutan de libertad religiosa, lo cierto es que Pekín presionó en 2009 a iglesias protestantes en Shanghái, Cantón (Guangzhou), Chendu y Lifen (Shanxi) que intentaron congregarse al aire libre.
Una de las congregaciones firmantes, la Iglesia de la Lluvia de Otoño, en Chengdu, anunció que orarán y ayunarán durante tres días para rogar a Dios por su iniciativa, “la primera petición pacífica de una iglesia doméstica china en 60 años”.
El protestantismo ha ido ganando adeptos en las últimas décadas en China, y muchos disidentes políticos se han unido a sus filas, como los abogados de derechos humanos Gao Zhisheng, Teng Biao o Li Fangping, el primero desaparecido desde hace dos años y los otros dos detenidos y liberados en las últimas semanas.
Según investigaciones independientes, el número de protestantes en China alcanza entre 50 y 70 millones, el doble de lo que el Gobierno chino reconoce; de una población total de 1.340 millones.