Once cristianos evangélicos que habían sido acusados de cometer «actos contra el orden del país» y de consumo de alcohol, pues habían utilizado vino en un culto de Santa Cena en un hogar, fueron liberados y declarados inocentes en Irán.
Los creyentes fueron arrestados en abril y fueron presentados a jucio ante el Tribunal Revolucionario de Bandar Anzali en una audiencia se realizaó el pasado 1 de mayo.
En su veredicto, el tribunal determinó que el grupo estaba realizando una ceremonia cristiana y tenían derecho a ello según el artículo 13 de la Constitución iraní, que permite a los zoroastrianos, judíos y cristianos a «realizar sus ritos y ceremonias religiosas, y tomar decisiones de acuerdo a sus creencias en aspectos personales y la educación religiosa «.
Según Christian Solidarity Worldwide (CSW), el juez concluyó que no había evidencia para sugerir que el grupo atentaba contra la seguridad nacional o el orden del país.
Las autoridades locales tienen 20 días para apelar la decisión.
Jefe ejecutivo de CSW Mervyn Thomas dijo: «En un clima donde los cristianos evangélicos son a menudo blanco del régimen, esta absolución es un acontecimiento muy positivo».
Thomas afirma que «es lamentable que aunque la Constitución iraní establece claramente que los cristianos son una minoría protegida, esta protección es negada si no pertenecen a una de las iglesias históricas de Irán».
CSW se goza en que en «el juez en este caso ha asegurado el debido proceso, y el reconocimiento de que estas personas pertenecen a una denominación cristiana, por lo que el ejercicio de su fe no es una amenaza para el país».
A pesar de esta buena noticia en CSW siguen preocupados por la suerte de otros seis miembros de la Iglesia de Irán en Shiraz, que todavía están esperando juicio por haber sido acusados de blasfemia,
Además Yousef Nadarkhani, pastor de una de las iglesias evangélicas de Irán está en prisión esperando el resultado de una apelación contra su condena a muerte por apostasía.