La adoracion importa

La adoración y la Escritura van de la mano: Adoración y la Palabra – Parte 5

adoracion y palabraLa adoración y la Palabra de Dios van mano a mano. Esta es la premisa de la serie que estamos presentado. La adoración que nace de adherirse fielmente a lo que está inspirado en las Escrituras sin duda está movida por la verdad.  Hemos estado escudriñando el Salmo 19 y hemos explorado lo que este pasaje revela acerca de las maravillas de la Palabra y como la verdad bíblica debe afectar nuestra adoración.

En la mitad del verso 8 se nos dice: “El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos”.  David usa varios sinónimos para ilustrar lo que es la Palabra de Dios a lo largo de este salmo y en otros. Utiliza las palabras como “ley”, “testimonio”, “precepto” entre otros.  Cada uno de estos términos enfatizan un aspecto particular de las Escrituras, de la misma manera que un cristal de inflexión captura la luz del sol y nos muestra su belleza desde diferentes ángulos. Aquí, la palabra “mandamiento” nos recuerda la autoridad de las Escrituras. A través de su Palabra, Dios ordena a su pueblo, ejerce su poder.

Dios es la autoridad y esto no se puede negociar. Él no es como un diplomático o como un político. El no busca favores, apoyo, o simpatías. El Creador, Legislador, Redentor y Juez del universo no nos ofrece sugerencias o nos pide nuestra opinión. Gobierna y reina. Dios está en los cielos y hace lo que le agrada. La palabra, “mandamiento”, nos recuerda que somos un pueblo bajo su autoridad. Cuando nos reunimos para adorarle, nos reunimos sometidos al que rige, en obediencia a un Rey.

Esta verdad debería afectar la forma como respondemos cuando leemos la Biblia públicamente. No debemos escuchar la proclamación de las Escrituras de la misma manera como escuchamos los anuncios de lo que pasa en la iglesia. La Palabra de Dios es la proclamación de lo que el Rey dice a su pueblo. Cuando se lee, se canta, se ora y se predica deberíamos aquietar nuestros corazones; centrar nuestros pensamientos y afinar nuestros oídos. Es el Señor de la gloria quien habla.

En relación a este tema Douglas Wilson dice:

“Cuando la Palabra de Dios es leída en voz alta, nuestro deber es escucharla con respeto y atentamente. Cada quien debe someter su mente que fácilmente se distrae para que atienda a lo que la Palabra de Dios dice. Cuando se congreguen las criaturas de la tierra ante el Todopoderoso, no sólo basta estar quieto en medio de la multitud sólo para que se vea nuestra postura.  Hacer solamente este es de tontos. Cada ser humano debe dejar de pensar en sus cosas carnales, esos pensamientos que compiten con la bondad de Dios. Dios no es un hombre. No podemos hablar con Él como hablamos a otras personas. Somos parte de la obra y Dios es dramaturgo. Recordemos que toda la Escritura es aliento de Dios, por lo tanto debemos serenarnos”.

 

[pill-ai]

Bob Kauflin

Bob Kauflin es director de desarrollo de adoración de los ministerios Sovereign Grace. Formó parte del grupo cristiano GLAD. Pastor, compositor y conferencista. Su pasión es equipar a músicos, adoradores y pastores en la adoración congregacional.
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