El Gobierno Chino prohibió a más de 200 cristianos de China asistir a la Conferencia del Movimiento de Lausana que se está celebrando en la ciudad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
Participar en el Congreso de Lausana ha sido considerado una amenaza para la nación por parte de las autoridades chinas y por ello les negó la salida del país a la delegación que participaría en este magno evento,.
Abraham Liu Guan, anciano de una iglesia casera ha declarado a la prensan que cuando intentó para por la aduana en el aeropuerto de Beijing “Los oficiales de defensa de frontera, me manifestaron que habían recibido un aviso de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos y el Ministerio de Seguridad Pública. Indicaron que nuestra participación en esta reunión amenazaba la seguridad del Estado, y que no deberían permitirnos pasar por la aduana”.
A algunos de los delegados chinos se les incautaron los pasaporte, uno fue detenido y a otros se les ha impedido salir de sus hogares.
El cristianismo en China vive hoy en día un avivamiento floreciente. Millones de personas se reúnen en cultos privados en lugar de asistir a la iglesia oficial del gobierno. Estas reuniones son consideradas ilegales. En los últimos meses el Gobiernos Chino ha sido un poco menos severo en relación a estas iglesias, pero con esta decisión de no permitir la asistencia a la Conferencia de Lausana muchos temen que la persecución se reactive.
